domingo, 8 de mayo de 2011

where is my mind



Puede que todo esto sea producto de mi imaginación, puede que un Tyler Durden me haya estado llevando descalza por un pedregoso camino. Camino en el que a veces te encuentras con piedras limadas pero en el que la mayoría del tiempo estás destinado a pisar piedras afiladas y puntiagudas mientras esa música de fondo se te clava en los oídos haciendo que el dolor sea aún más intenso. ¿Sería preciso perder alguno de los sentidos para poder llegar al fin de este camino? ¿Quizás el oído, haciendo callar esa música de fondo, esa banda sonora que se repite una y otra vez? ¿O tal vez la vista y así no poder ver esas piedras afiladas? Puede que lo mejor sea seguir sintiendo, no perder ninguna de estas capacidades. Las piedras puntiagudas se clavan  intensamente, pero las piedras limadas pueden volver a aparecer en cualquier momento.


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